EL ÉXITO EN EL MUNDO DEL VINO

Me llamo Rocío Muñoz Marín y soy Directora de Exportación en Grupo Faustino, uno de los grupos bodegueros españoles con más trayectoria y reconocimiento a nivel mundial.

Estudié LADE, especializándome en finanzas y pensando que algún día trabajaría en algún organismo económico internacional. Al terminar mis estudios valoré hacer un master, pero decidí dejarlo para más adelante, cuando tuviera más experiencia y más clara la rama concreta de especialización que me podría interesar. ¡Quién me iba a decir entonces que acabaría haciendo uno sobre viticultura, enología y marketing del vino!

El último verano de carrera estuve de vacaciones familiares en Oporto y sus bodegas y vinos me fascinaron. Coincidencia o casualidad, a la vuelta empecé varios procesos de selección para sectores muy diversos, pero finalmente empecé a trabajar en el departamento comercial de una exportadora de vinos y ahí comenzó mi carrera profesional, formación, pasión y dedicación a la exportación y al mundo del vino. No era el FMI o el Banco Mundial, pero me atraía la relación con otras culturas, viajar, practicar los idiomas que hablaba…en fin, la “globalización”, cuando por entonces se empezaba a acuñar este término.

Diría que la motivación, perseverancia y sobre todo el espíritu de mejora continua es lo que marca la diferencia. Es necesario tener cierta dosis de inconformismo para poder cultivar la fuerza de voluntad necesaria para conseguir los objetivos que uno se propone y las tareas que se le asignan. Las personas que reúnen estas habilidades realizan mejor sus funciones y sirven de ejemplo al resto de sus compañeros para alcanzar sus metas, sacando adelante los proyectos con mayor efectividad.

La diferencia media entre el número 1 y el número 10 del golf mundial es 2,7% en golpes en un año. Sin embargo, esto genera una diferencia de varios millones de dólares en ganancias; entre 2 y 5 veces más. Es la constatación de que casi siempre, pequeñas diferencias en los inputs generan enormes diferencias en los outputs.

Para lograr grandes resultados, esfuérzate en esas pequeñas cosas que pueden hacerte un poco mejor en lo tuyo, día tras día, frente a tu competencia; “overdeliver” es un consejo que escuché al principio de mi carrera y que me sigue resultando inspirador. El éxito es el resultado de capitalizar a lo largo del tiempo esos pequeños detalles que marcan la diferencia, el “tipping point”. El esfuerzo en las pequeñas cosas hoy es el camino al éxito del mañana.

Besos Rocío.